domingo, 6 de enero de 2008

Un Viaje en Tren

Otro cuento que escribí en el 2007, por mayo si mal no recuerdo.


Un Viaje En Tren
Miré por la ventana, analizando detenidamente el paisaje. Gamas de grises flotaban en el aire y se amalgamaban fugazmente, creando un ambiente tan pictórico como siniestro. Las nubes cadavéricas, el desierto envuelto en una soledad épica y ese sentimiento de velocidad, de que el presente es pasado y el futuro, impensado e impensable. Y sin embargo el momento era tan lento; tan disfrutable. Siempre me pregunté si es posible encontrar éxtasis en el miedo. Al fin y al cabo, ¿los sentimientos no son sino interpretaciones de las realidades personales?¿ Pueden el dolor y el placer ser una misma sensación en la que se confunde el sistema de definición lingüístico establecido? Nunca había podido responder estos interrogantes, pero era claro que en este momento el temor que debía sentir no era sino plenitud.
Al mirar a mi alrededor pude distinguir a mis compañeros de viaje de manera clara. Eran pocos y, decorados en sus respectivos grises, parecían suspenderse levemente sobre sus asientos, en una especie de meditación reflexiva. Y en este divagar cuasi eterno me hallé a mí mismo perdiendo la noción del espacio temporal; sentía que podía flotar en ese tren por siempre. ¿Cuánto habría de durar este viaje? Miraba el reloj pero las agujas no parecían caminar. Y la psicodelia visual alimentaba esos paisajes, exóticos pero familiares, distantes pero cercanos, tan distintos y, sin embargo, tan similares; todo parecía encontrarse resumido en ellos, una vida y muchas vidas conceptualizadas en aquellos tonos grisáceos. Creo que eran un símbolo de la variedad emocional de los viajeros que allí me acompañaban. No había blancos ni negros, no había extremos, solo grises; puntos medios. La belleza de los pequeños matices. Ahora los dibujos eran cada vez más suaves, trazos finos, contornos borrosos; pinceladas divinas. Las nubes daban paso a la luna, impetuosa y apasionada, y el desierto se transformaba en llanura. Los sentidos se agudizaban y comenzaba a oír mis pensamientos, oler los colores y ver el viento. El tren continuaba su cabalgata cósmica por los prados apocalípticos, elevándose fervorosamente sobre sus rieles y procurando ser extremadamente silencioso en su andar, como si quisiera evitar molestar a los pasajeros, quienes parecían no querer comunicarse con los demás. Y yo tampoco ansiaba hablar, no lo sentía relevante. La experiencia era tan vigorizante, de una espiritualidad tan grande, que no merecía ser interrumpida.
Me recosté en el asiento, siempre permaneciendo en esta suerte de elevación, y observé con detenimiento el techo. Imágenes grises y vívidas bailaban de un lado a otro, como si no quisieran hacer otra cosa más que llamar la atención. Deja-vús indescifrables se dibujaban en mi mente al observar estos videos que parecían ser diferentes para cada pasajero. ¿Cuál sería la magia que este lugar ocultaba? ¿Cómo puede algo que debería ser tan tétrico ser tan tranquilizador, tan agradable? El paisaje, esta vez en forma de cataratas irrefrenables, contribuía al flujo incesante de mis ideas. Bandadas de pájaros de variados matices danzaban, nadando en el aire, frente a mi ventana, rogando poder entrar. Los árboles se agitaban suavemente en la brisa y mis problemas quedaban atrás. Ya no podía ver la hora, porque ya no había reloj alguno, ni necesidad de mi parte. La libertad física era total.
La luna dio paso al día, también gris y opaco, y la lluvia comenzó a caer de forma ligera, dando a luz a grandes sembradíos rebosantes de flores. Las estaciones se mezclaban acompañando el movimiento de los picos nevados que ahora desplazaban a los prados para fundirse en el paisaje, descargando surrealismo por los cuatro costados.
El tren no se detenía nunca, pero los pasajeros eran cada vez menos. Al acercarse mi parada, el estado límbico comenzaba a desvanecerse en un haz de luz, en un cuadro glorioso. La naturaleza se hundía en mí y los grises tomaban distintos caminos para lograr su metamorfosis hacia el color. Olores, sabores y sonidos inundaban mi persona y el tren y yo éramos uno, mientras esta transición llegaba a su fin.
Copyright Ignacio Cruz 2007

domingo, 23 de diciembre de 2007

Meshuggah - Catch 33 (2005)



Catch 33
Meshuggah

Género: Avant-Garde/Post-Thrash

Tracklist:

1. Autonomy Lost
2. Imprint Of The Un-Saved
3. Disenchantment
4. The Paradoxial Spiral
5. Re-Inanimate
6. Entrapment
7. Mind's Mirrors
8. In Death - Is Life
9. In Death - Is Death
10. Shed
11. Personae Non Gratae
12. Dehumanization
13. Sum


Si me pidieran que nombre una banda que no se estanque, que evolucione constantemente y experimente de diferentes maneras de un disco al otro, creo que inmediatamente pensaría en estos suecos. Haciendo una pequeña reseña de la historia de la banda, empezaron a principios de los '90 con un sonido muy similar al "and justice for all..." de Metallica. Para su segundo EP, el sonido habia evolucionado de manera clara hacia un estilo menos relacionado con el thrash ochentoso, sino que adoptaban ya una postura vanguardista, ejecutando un post-thrash explosivo y ritmicamente muy experimental. Al componer "Chaosphere", llegaron a un punto significativo en la busqueda de su sonido, dejando como marca registrada el uso de polirritmias y la creación de climas muy caoticos, ademas de la experimentacion instrumental con guitarras de ocho cuerdas y octavadores. En su siguientes dos placas, demostraron que podían llevar su sonoridad a otro plano, donde la densidad es mucho mayor. Y todo este camino que Meshuggah recorrió durante 15 años parece culminar en "Catch 33".

Ya al mirar el tracklist nos damos cuenta de que estamos ante un disco irregular. ¿Por qué digo esto? La duración de los temas oscila entre los 2 y 4 minutos, aunque uno de ellos dura 7 y otro 13. Sin embargo, al presionar play, este concepto desaparece. El disco es un solo tema de 47 minutos de duración. Esto se ve claramente desde el principio, donde los primeros cuatro temas se mueven sobre un riff monocordico que se va deformando de a poco, creando un clima denso y de una gran tensión. La atmosfera se torna mas agobiante a partir de "The Paradoxal Spiral", donde, paradojicamente, el escucha es llevado a traves de un espiral del cual parece no haber salida alguna. Esto se acentua en los dos temas siguientes, hasta llegar a "Mind's Mirrors". Este es el punto de inflexión del disco. Con una atmosfera calma y cuasi silenciosa, la banda deja de lado la musica practicamente durante la primera mitad del tema (en la segunda mitad se construye una especie de jazz oscuro y malintencionado) y enfoca en el mensaje filosofico que el disco trata de transmitir. Voces con delay y procesadas por un vocotron recitan pasajes de gran contenido reflexivo, como otras voces mas agresivas lo harán durante el resto del disco. Los pasajes tranquilos del resto de la placa son tremendamente perversos y reflejan esta busqueda interna que explican las letras de la psiquis humana. "Mind's Mirrors" da lugar a lo que yo siento el pico musical del disco: "In Death Is Life", un tema conciso y agresivo, "In Death is Death", la secuela epica del anterior, con una estructura compositiva realmente sorprendente, y "Shed", una macabra introspección y un festín de gritos desgarrantes que dan la idea de un alma tratando de escapar de su sufrimiento. Los tres temas que siguen dan un final digno al disco, que cierra con cinco minutos plenamente instrumentales y climaticos liderados por una guitarra que dibuja un paisaje jazzero bastante exotico.

El significado filosofico general del disco se encuentra resumido, a mi parecer, en el tema "Disenchantment", cuya letra dice así:

Me - the paragon of fear, an immobile skein of tangled nerves exposed
Hastily clawing my way into the darkest of my inner scenes of torture

I stay my breath to escape this slavery
I stay my breath to re-awake and face it encore
The struggle to free myself of restraints, becomes my very shackles


Traducción:


Yo - el modelo del miedo, una inmovil madeja de nervios enredados expuestos
Desgarrando aceleradamente mi camino a la oscuridad de mis escenas de tortura internas

Guardo mi aliento para escapar de esta esclavitud
Guardo mi aliento para re-despertar y enfrentarla nuevamente
La lucha para librarme de ataduras se vuelve mis verdaderas cadenas


Acá se ve claramente la tematica general de la placa, la lucha interna de una persona acomplejada y que busca respuestas a preguntas que parece no saber formular. Y eso es exactamente lo que transmite la musica, esa sensacion de incoherencia y dificultad de comprensión, basicamente confusión. Uno puede tomar este disco como una genialidad teniendo en cuenta todos estos detalles, como una real innovación, o como una sarta de ruido sin sentido y dirección. Yo opto por la primera opción.

martes, 18 de diciembre de 2007

Invisible

Este es un cuento que escribí hace varios meses ya. Creo que la idea se entiende por sí sola. Disfruten.
Invisible
I
Estoy desapareciendo. “Debe ser la falta de sueño”, pensé en un principio, agotado por la rutina. El viejo, ya gastado camino que habría de repetir por siempre me hallaba agotado por demás.
Casatrabajocasatrabajocasatrabajocasatrabajocasa.
“Pero hay que ganarse la vida”, dice la voz de mi jefe. Y así es, hay que ganarse la vida, mantener a la familia, mandar a los hijos al colegio, servir al sistema, pagar los impuestos y morir dignamente, como buen ciudadano, de un ataque cardiaco a los 80 y tantos; El ciclo natural del hombre urbano. Y sin embargo, algo no me cierra en este punto; solía sentir que tenía todo, y ahora ese todo es nada. Es increíble como los elementos que hacían a mi felicidad son los mismos que hacen mi vacío, y ya no se si es ciclotímia o si es que el mundo simplemente está mal.“Pero, escuchame…¿vos querés vivir feliz o querés vivir bien? Hay que tomar decisiones, de eso se trata esto”, objeta el jefe. Bueno, no sé si es el jefe ya en realidad, aquella masa invisible que vomita humo de cigarro barato, órdenes sin destinatario y frases recicladas, siendo poco más que aire apilado en una silla, un montón de nada.Y yo miro mi mano ahora invisible; no quiero ser como el jefe, pero es inevitable. Chocan entre ellos, no se ven, no les importa, no se tocan, no se hablan, no se sienten, no se odian, no se nada. Prendo la televisión y hay un constante bombardeo de imágenes transparentes, imperceptibles a mi ojo expectante, y el jefe las ve, y las escucha, y el aire ríe, se asombra, se enternece, se compadece, todo durante pocos segundos, para luego retomar la rutina, la bendita rutina. Y por mí no pasa nada; una carcasa abierta y sin interior para ofrecer. A veces me pregunto porque tengo que hacer este trabajo si ya hay tantos invisibles haciendolo. Pero la respuesta está en mi brazo, que ya se vislumbra muy escuetamente, flotando magicamente la manga de la camisa. Y suspiro.
Subo al auto y mis traslúcidas manos toman el volante. Los pedales y los pies empiezan su jugueteo romántico y todo entra en movimiento, el piloto automático preparado para la vuelta al hogar, al fatídico hogar, donde me espera lo usual: comida casera, charla familiar absolutamente trivial, una hora de consumismo televisivo vulgar y a dormir. Dormir…la única actividad del día que puedo llegar a esperar; olvidarme de la rutina, de la casa, de los hijos, del jefe, de la mano invisible. Pero a su vez esperar a comenzar de nuevo, ese estar expectante bajo las sábanas imaginando la razón por la cual poder evitar mi deber, por la cual romper la rutina y escapar, aunque sea por un rato, a un lugar mejor. Insensatez. La rutina no se puede romper, sin ella no soy nadie, aquel que no goza de cierta organización en su vida es digno de la compasión ajena, pobre el que no usa el viejo camino
casatrabajocasatrabajocasatrabajocasatrabajocasa.
Y sin embargo, al doblar en una esquina ya cercana a mi destino, pienso: “¿Y si doy la vuelta y me voy?”. Pero inmediatamente el jefe rebota en mi cerebro, como un cáncer maligno e incurable, “Pero hay que ganarse la vida”, y pierdo esperanzas, muere mi iniciativa de 2 segundos y medio. Porque no sé como vivir más que de esta miserable forma, nadie me enseñó otra cosa. No se qué es verdad, que es mentira, que es la relatividad de las cosas. Sólo se hacer lo que alguien me enseño hace mucho tiempo: ganarme la vida. Aunque mis manos quieran el volante no va a girar para cambiar el rumbo, lo inesperado no es parte de mi. Los brazos ya no se ven.
Prendo la radio. Propagandas. Mi hambre consumista aparece nuevamente, reafirmada por los carteles y negocios que desfilan a mis costados fugazmente. Y alguna noticia suena también, algo sobre un huracán en las Antillas, o en Tanzania, o algun lugar del que finjo tener cierta noción para poder horrorizarme, solo por unos segundos, hasta que las publicidades me vencen nuevamente. Las malditas publicidades, modelos de una vida mortal que nunca quise y siempre tuve conmigo:
Comprarcomprarcomprarcomprarcomprarcomprarcomprar
-aún sin necesidad de uso, más si de compra. Recuerdo mi casa, llena de objetos inútiles ya. Mi mujer debe estar comprando más en este momento, en una necesidad repentina de llenarse de mierda materialista. Ojalá nos pudiera comprar un poco de libertad.La rutina se cierra finalmente, y cuando me descalzo para acostarme noto que la transformación alcanzó las piernas ya. Debería pedir licencia por enfermedad; ¿será una patología el desaparecer? “La incurable enfermedad de la sistematización“, podría serlo. Pero otra vez suena esa voz ronca y burlona: “Creéme, no vale la pena soñar, no vale la pena pensar. Hay que actuar, trabajar moverse, cumplir nuestra función en esta vida”. Y entonces me acuesto para esperar con miedo la nueva jornada, la terrible salida del sol que indica que mi sufrimiento comienza de vuelta.
II
Ya no puedo lavarme los dientes. El hecho de que la boca haya desaparecido complica mucho ciertas actividades cotidianas, pero es cuestión de costumbre supongo. ¿Para que querría lavarme los dientes si ya nadie los puede mirar?. El día comienza y el entusiasmo desaparece junto con mis hombros, o tal vez nunca existieron, ninguno de ellos. Voy a agarrar la valija y decido olvidarla; hay que darle un enfoque mas fresco a las cosas. Salgo de casa y ya se vislumbran algunos de mis dedos, los miró sonriente. Sin embargo, segundos despues me corre mi mujer, alcanzandome la valija. ¡No sea cosa que me la olvidé! Pero no la culpo, no es ella la que me lleva a esta vida rutinaria y aburrida, sino es el sistema el que la lleva a ella. La sonrisa se borra, o al menos eso creo, y los dedos se ausentan nuevamente.
En un apresurado viaje olvido mi pecho y mis orejas. Ya queda poco de mí, y al ingresar al edificio me felicitan por mi aspecto, dicen que “se me vé mejor”, preguntan si “me cambié algo”. ¿No se dan cuenta que estoy lisa y llanamente desvaneciendome? A esta altura del partido, prefiero obviar todo aquello que me separe de mi inevitable trecho esclavizante del día a día. Al ingresar a la oficina, el supuesto jefe intercambia gases sobre la silla, lo saludo y tomo asiento. “Pibe, el tiempo es oro. Hay que laburar, basta de pensar”.
Y ya lo entiendo, esa es la clave. Hay que dejar de pensar. El pensamiento va mucho más allá de esta pseudo-existencia que el hipócrita de mi jefe llama vida cuando repite como loro “así es la vida, pibe”, el pensamiento supera estas frías barreras, da libertad. El pensamiento me daría esa libertad de girar el volante y escapar, de recuperar mi cuerpo y dejar de ser aire que observa. La libertad para desafiar al sistema, romper esquemas; ser feliz.Pero no puedo pensar, está fuera del plano, fuera de mi objetivo, nadie me preparó para eso y no es mi función. Años de sistematización y planificación de mi vida dieron este fruto putrefacto e improductivo, lo que hace que al mirar al espejo no pueda ver las lágrimas que corren por mi cara porque ya soy uno más, y ya me desvanecí.
Ignacio Cruz Copyright 2007

domingo, 16 de diciembre de 2007

[CD Review] Clint Mansell with Kronos Quartet & Mogwai - The Fountain

The Fountain (2006)
Clint Mansell with Kronos Quartet and Mogwai





Tracklist:


1. The Last Man
2. Holy Dread!
3. Tree Of Life
4. Stay With Me
5. Work
6. Xibalba
7. First Snow
8. Finish It
9. Death Is The Road To Awe
10. Together We Will Live Forever



Esto no es una banda de sonido, no es un disco; es un viaje con todas las letras. Y este viaje se completa con las imagenes de la pelicula tocaya de una manera que solo Darren Aronofsky sabe hacerlo, como ya lo hizo con Requiem for a Dream. Así que para poder hablar de este glorioso disco, primero tenemos que hablar de esta gloriosa pelicula.La historia de "The Fountain" es bastante extraña. Aronofsky había conseguido allá por el 2003 un contrato con la WB para filmarla, con un presupuesto enorme que, sumado a las actuaciones estelares de Brad Pitt y Cate Blanchett, destinaba a la pelicula a ser un proyecto hollywoodense monstruoso. Sin embargo, dias antes de que comenzara la filmación, Pitt dejó la pelicula para ir a filmar la verguenza de "Troya". Sin actor famoso, la WB consideró el proyecto riesgoso y lo cancelaron. Despues de dejarlo un tiempo en el aire, Aronofsky lo retomó en el 2005 con un presupuesto mucho mas bajo, contratando a Hugh Jackman en el papel principal, Rachel Weisz en el coprotagonico y a la genial Ellen Burstyn (la que hace de la vieja de Jared Leto en Requiem...). Y así filmó este trance cinematográfico que narra la historia de tres personajes a través del tiempo (los tres actuados por Jackman de una manera tremenda) que están obsesionados con detener la muerte. La historia va evolucionando y toma tintes de clásicos como "Frankenstein" o "El Principito" (!!!!), pero no deja de mantener una línea archioriginal que te deja pensando en lo que viste hasta dias despues de verla. Ademas, el laburo de fotografía es de lo mejor que vi en mi vida.Para la música, Aronofsky llamó a su amigo Mansell, quien está vez optó por trabajar con Mogwai, desplegando un laburo que le saca una lagrima a cualquiera. En todo el disco se despliegan diferentes tópicos que se van mezclando y desarrollando, siempre en una manera dulce, tranquila pero fogosa, apasionada. El aporte de Mogwai en temas como "Death is the road to awe" es impresionante, te pone la piel de gallina. Este tipo tiene muy claro lo que hace. Es un disco esencial para ver con la pelicula, o para simplemente escuchar tirado en la cama reflexionando.


10/10


Torrent:

http://rapidshare.com/files/28488930..._BSO.part1.rar

http://rapidshare.com/files/28489038..._BSO.part2.rar

Algunos shots de la peli:

http://static.flickr.com/85/267926802_1447c51829.jpg

http://img2.timeinc.net/ew/dynamic/imgs/061121/184725__fountain_l.jpg

http://boingboing.net/images/FF_222_outsider3_f.jpg

http://blogs.indiewire.com/twhalliii/GALAXY%20Fountain.jpg

http://ticklebooth.com/wp-content/uploads/2006/04/thefountain.jpg

http://www.indietastic.net/cms/images/fountain%20(Small).jpg


Haganse un favor a ustedes mismos y miren esta joyita, es increible.

Obertura

A modo de presentación, puse los videos que figuran más abajo, los cuales más o menos marcan el estilo musical en el que me muevo hoy en día. Igualmente, la idea de este blog no es unicamente hablar de música, sino compartir mi opinión acerca de peliculas, libros, y, por que no, difundir algunos de mis escritos, los cuales creo son bastante rescatables. Además pienso recomendar ciertos discos y meter algunas reviews, así que espero lo disfruten.

Saludos,
Nacho.